En nuestra concentración como equipo en Bronchales en el mes de Julio y visto que con el Coronavirus las carreras están un poco paradas uno de los entrenamientos realizados fue división de los equipos y “jugar” con distintas estrategias. ¿Quién es el gallo y quién es el pollito? Os dejo las crónicas de dos de los Galgos…
Los días 11, 12 y 13 de julio, los juveniles estuvimos concentrados en Bronchales, un pequeño pueblo turolense situado a 1.569 metros de altitud, siendo de los pueblos más altos de España.
La concentración comenzaría con dos jornadas muy exigentes, haciendo en solo dos días más de 200 km con +3000 metros de desnivel positivo. Pero el día más duro sería el lunes 13 de julio, día en el que íbamos a hacer un entreno tipo carrera, dándole gas desde salida y acabando con una llegada en alto, simulando una carrera. Para este entreno hicimos dos equipos, uno liderado por mi compañero Manuel Gómez y el otro por mí.
El entreno constaría de unos 70 kilómetros, siendo los primeros 30 kilómetros llanos.
Ambos equipos decidimos mandar algunos corredores a la escapada con el objetivo de poder hacer de puente con el paso del entrenamiento.
La fuga sería neutralizada en la primera ascensión, la subida al Camping de Bronchales, donde solo quedábamos 5 corredores en cabeza, Victor y yo en mi equipo, y Manuel, Andrés y Javi en el equipo de Manuel. La subida estaría llena de ataques por todas partes, consiguiendo descolgar a Andrés, por lo que íbamos a afrontar la última bajada del día 4 corredores, 2 de cada equipo.
Una bajada muy técnica de casi 10 kilómetros nos situaría en Noguera de Albarracín, a pie de la última ascensión, 4.7 km al 6.7% de pendiente media, con tramos rozando una pendiente del 11%. Durante el primer tramo del puerto, Javi decide imponer un ritmo exigente para intentar desgastarnos a Victor y a mí, pero entonces, Manuel, el líder del equipo rival decide a bajar al coche a por un bidón.
Aquí llegaría la polémica del día, ya que, aprovechando esa situación, yo decido atacar con todo lo que tenía para ganar el entreno tipo carrera. El puerto era bastante largo, pero yo le sacaba unos 20” a Manuel, que venía por detrás moviendo un gran número de vatios.
En el último kilómetro de carrera me alcanzaría, y conseguí pegarme a su rueda. Fue un final de ascensión muy épico protagonizado por numerosos ataques por parte de los dos, pero, finalmente, Manuel fue quien alzó los brazos en el Puerto de Villarosario. El orden de llegada sería: 1º Manuel, 2º Diego (yo), 3º Javi.
El lunes 13 de julio, sucedieron en Bronchales unos acontecimientos inauditos. Sergio y Toñín decidieron dividir a los corredores de la Escuela ciclista Zaragoza en dos equipos para batirse en una grandísima batalla, en la que, las carreteras, pondrían a cada equipo en su sitio.
Eligieron a dos líderes, a mi (Manolo) y a Notivol, y mediante el maravilloso método de “tú eliges a uno y yo a otro” se formaron los siguientes equipos: por una parte estaban Manolo, Fontán, José, Ricardo y Andrés, y en el otro equipo, el B, por llamarlo de alguna manera, (jeje) estaban Noti, Victorino, Monsalve, Álvaro y Alex, también había un equipo con corredores como Pablo y Molina que eran un poco más mayores. Yo estuve toda la noche preparándome la estrategia y los discursos para motivar a mis fieles compañeros, fue algo así:
“José y Ricardo sabemos que por diferentes circunstancias vosotros no estáis tan fuertes como los demás, el otro equipo probablemente ni os tenga en cuenta, por eso tenéis que demostrar que valeis, que si os lo planteais podéis hacer cosas que ni siquiera vosotros imagináis, nunca os rindáis, a veces la última llave es la que abre la puerta. Andrés sabemos que por tu problema de espalda lo estás pasando mal, pero también sabemos que si tienes un día bueno eres i m p a r a b l e, a pesar de todo lo que has estado sufriendo estos días por la espalda, tu sigues así de bien, seguir cuando no puedes más, es lo que te hace diferente a los demás. Fontán llegar al nivel en el que estas cuesta mucho, confía en ti, vales mucho, tu éxito es la suma de tus pequeños esfuerzos repetidos día a día y hoy no va a ser el día en el que no salgamos victoriosos. Se que parece difícil ganar, ellos también están muy fuertes, pero difícil no significa imposible.”