El salto a Juveniles

Mi nombre es Diego Notivol, soy corredor juvenil de primer año. El gusanillo de andar en bici me picó hace unos 4 años, pero no fue hasta la temporada 2018 el momento en el que decidí formar parte de esta gran familia.

Mis primeras carreras las disputé como cadete de primer año, temporada muy complicada para mí, en la que apenas acababa carreras y mi motivación por seguir corriendo iba disminuyendo. Llegó el final de esta temporada y me planteé muy seriamente dejar el equipo.

 

Pero no, decidí ponerme a entrenar más enserio y darme una oportunidad más. En esta temporada, siendo cadete de segundo año, mis esfuerzos iban a tener una recompensa. Empecé a disputar carreras con los gallos del pelotón y, durante el verano de 2019 la bici era una de las cosas que más feliz me hacía.

Tras varias buenas carreras en el calendario vasco y navarro, llegaría un momento algo emotivo, mi despedida en la categoría de cadete.

Entonces llegaría el cambio de la temporada 2019 a la 2020, la cual sería mi salto a juveniles. Durante la pretemporada me tocaría entrenar con el equipo de juveniles, al principio tenía un poco de miedo por no dar la talla, pero el esfuerzo y la dedicación de todo ese año hicieron del salto a juveniles un proceso llevadero, o por lo menos, bastante más de lo que yo me esperaba. Irían llegando los entrenos de equipo de unos 90-100 km que, acostumbrado a los 60 km que hacíamos en cadetes los últimos kilómetros se podían hacer algo más pesados.

Pero el volumen de los entrenamientos no fue la única diferencia entre ambas categorías. Desde el primer día de junior, se percibía una mayor seriedad, algo más formal.

Respecto a las carreras, en comparación con las carreras de cadete no hay mucha diferencia. En ambas categorías desde la salida ya se lleva un ritmo muy exigente durante la prueba, por lo que la única diferencia sería la distancia, siendo las carreras de juvenil algo más largas.

 

Aquí va una de mis fotos preferidas de la temporada pasada, trabajando para el equipo con el objetivo de echar una escapada abajo: