ECZ en los medios

La Escuela Ciclismo Zaragoza se creó hace cinco años bajo el impulso de varios entusiastas encabezados por Sergio Larrosa. Todos ellos provenían del Club Ciclista Aragonés, una entidad en la que declinaba de manera progresiva el trabajo con la cantera. La creación de esta escuela sorprendió a todo el mundo. El primer año se apuntaron una treintena de chavales. Hoy es un gran referente en el que se miran los promesas del deporte de las dos ruedas en Aragón.

Este año cuenta con 80 ciclistas desde los seis años. Para completar la pirámide solo les falta contar con un equipo profesional. “Hemos salido de la nada. En los próximos cuatro años queremos afianzarnos. Tenemos toda la estructura desde la base. La buena salud del club se fundamenta en la escuela, es en lo que hay que centrarse más y darle al club más equilibrio en todas las categorías”, explica Larrosa, el director técnico de la escuela.

Una vez que encontraron varios patrocinadores, los técnicos de la Escuela de Ciclismo Zaragoza comenzaron su labor de búsqueda de valores. “Nos quedamos sorprendidos del éxito que tuvimos el primer año. Fuimos a buscar a los niños un sábado por la mañana en el Parque Grande”. Pero la captación se realiza también por otros caminos. “Se utiliza el boca a boca, las redes sociales y mucha gente mayor que sale en bici y que le gustaría que su hijo hiciera ciclismo”. El paso de la Vuelta a España por Aragón también es un buen reclamo. “Todo suma. El año que empezamos recibimos bastantes llamadas porque pasó la Vuelta a España”, afirma Larrosa.

Al principio comenzaban los niños a practicar ciclismo con ocho años y ahora la escuela empieza a trabajar con ellos con seis. “Empiezan en septiembre con cinco años, pero en el año hábil de la escuela ya cumplen los seis. El rango de los más mayores es ilimitado porque tenemos equipos en todas las categorías y se puede correr con 30 años”. Con los pequeños se realizan gimkanas y juegos. “Así aprenden a ir en bici. Las actividades las realizamos en el velódromo de Zaragoza. Hay actividades que las hacemos en el polígono PTR de La Cartuja y es aquí donde empiezan a tener contacto con la carretera. No solo enseñamos la actividad deportiva, sino la educación sobre valores y aprender a cuidarse”.

Los niños ven a sus figuras correr en las grandes clásicas y en las etapas del Tour de Francia. Y van siendo conscientes del azote que supone el dopaje para la salud del deportista. “El tema del dopaje lo tienen más en cuenta los medios de comunicación que el mundo del ciclismo. Ser ciclista parece que es sinónimo de gente que se dopa y al final acabas por reírte. En el colegio dices que eres ciclista y te tachan de dopado. Eso me duele y me fastidia”, explica Larrosa.

Los cadetes tienen de 13 a 16 años y se entrenan todos los días de la semana. “Buscan carreteras más tranquilas y con poca circulación. Los infantiles se entrenan dos días a la semana junto a los fines de semana. Con las escuelas quedamos martes y jueves en el velódromo a partir de las seis y media”, afirma Larrosa.

Cadetes

Los cadetes ya piensan en la competición. “Disputan 35 pruebas al año y se marcan objetivos. Empezamos en marzo en Álava con la Airako Bira y en el verano disputan la Vuelta a Txuma en la zona de Erandio. En agosto llega una de las pruebas más importantes, la Vuelta al Bajo Aragón. Están los mejores de España”. En juveniles se compite en la Copa de España, las Vueltas de Navarra y de Rioja y el Trofeo Víctor Cabedo”.

A veces los padres ven con cierta preocupación que sus hijos se inicien en el ciclismo. “Este no es un deporte fácil. Hay mucho más detrás del ciclismo que el riesgo de las carreteras peligrosas o el dopaje. Hacemos las cosas bien para que no suceda nada. Al principio la gente tiene miedo de salir a la carretera. Pero los monitores acompañan a los chavales y tenemos el velódromo en último extremo”, concluye.

CRONICA PRESENTACION GMC-ZARAGOZANO

LA ESCUELA CICLISTA ZARAGOZA ARRANCA CON FUERZA

Escuela ciclista de Zaragoza crece “Pedaleando”